miércoles, noviembre 29, 2006

Sin camiseta


Solo contra el mundo trato de dar la pelea
y cada día después de dar las gracias levanto mi frente
y pido fuerza para la batalla diaria,
pero solo me encuentro en desesperación,
pidiendo ayuda. Que ni si quiera es ayuda
sino pidiendo una mano, por que después que
cada gota de tu frente cae por el esfuerzo para hacer millonario
a un individuo, lo menos que se puede esperar es una mano de vuelta.
Sin mentir exprese mi inquietud a mis responsables,
que me llevaron para recónditos lugares con palabras lindas y rebuscadas,
y la guinda de la torta para el final, es comida por esa boca grande
saboreada ante uno, con una respuesta negativa o sea un gran «NO».
Los ojos se me llenan de tristeza y los de ellos de energía negativa,
parecen disfrutar de la humillación que tienen adelante
gozosos de dicho bicharraco pidiendo lo justo,
lo que se a ganado con esfuerzo, y
me he esmerado en ser un buen trabajador.
La camiseta puesta no la quiero, no la he querido nunca
por que siempre e estado clarito que cuando ya no sea útil
este asiento queda disponible para otra máquina productora de lucas,
para recibir de vuelta miseria colectiva.
Por que no soy el único, la mayoría de los seres explotables de este país
están en los mismos zapatos.
Depresión más cansancio y stress nos llevan al cáncer
y el cáncer nos lleva a la muerte y la muerte nos alivia
pero el resto sigue sufriendo por el mismo egoísmo humano de siempre.

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